Una buena descripción de producto no es un párrafo aburrido con medidas y ya. Es como una mini vendedora: explica, convence y resuelve dudas.
Aquí tienes las partes clave que debería tener una descripción que sí ayuda a vender:
1. Título claro y específico
Nada de: “Blusa modelo 325”.
Mejor algo como:
- “Blusa de lino holgada para clima caluroso”
- “Agenda semanal 2025 con portada rígida y stickers”
Tu título debe decir qué es y para quién o para qué sirve.
2. Primer renglón que enganche
Las primeras 1–2 líneas deben responder:
¿Por qué este producto es especial para tu cliente?
Ejemplos:
- “Ideal para quienes trabajan desde casa y quieren verse presentables sin sacrificar comodidad.”
- “Perfecta para mamás ocupadas que necesitan organizar citas, tareas y actividades de los peques en un solo lugar.”
Aquí hablas del beneficio más importante, no solo de la característica.
3. Beneficios antes que características
Primero responde:
¿Qué gana la persona con este producto?
Beneficios:
- Te mantiene fresca todo el día.
- Te ahorra tiempo organizando tu semana.
- Te ayuda a mantener tu cocina ordenada.
Y después, respáldalo con características:
- Tela de lino 100% ligera.
- 120 páginas, papel grueso que no traspasa.
- Incluye 4 separadores y 2 cajones internos.
Piensa: “¿Esto en qué le ayuda al cliente en su día a día?”
4. Bullets claros y fáciles de escanear
La gente no lee bloques gigantes de texto.
Usa puntos o viñetas para lo más importante, por ejemplo:
- Tallas disponibles y cómo vienen (chica, mediana, grande, si viene amplio o reducido).
- Materiales (qué es y cómo se cuida).
- Medidas exactas.
- Colores disponibles.
Así tu cliente puede “escanear” rápido sin cansarse.
5. Responde las dudas típicas
Antes de que te pregunten por DM:
- ¿Cómo se lava?
- ¿Sirve para… (X cosa)?
- ¿Qué incluye exactamente?
- ¿Tiene garantía o cambios?
Si puedes, agrega una mini sección tipo:
“Preguntas frecuentes sobre este producto”
6. Cierra con una invitación clara a comprar
No des por hecho que el cliente “ya sabe qué hacer”.
Termina con algo directo como:
- “Elige tu talla y color favoritos y agrégalo al carrito para recibirlo en casa.”
- “Haz tu pedido ahora y empieza a organizar tu semana desde la próxima lunes.”
Una buena descripción guía al cliente desde “me llamó la atención” hasta “ok, sí lo compro”.
Una descripción que vende:
- Habla el idioma del cliente.
- Explica para qué sirve en su vida real.
- Resuelve dudas antes de que aparezcan.
- Y le hace más fácil tomar una decisión.
No se trata de escribir mucho, sino de escribir lo que el cliente necesita saber para sentirse seguro de comprar.
